Leonardo Assad Aoun comentou em: 11/11/2019 10:36

El consumo de café es corto frente a la cosecha

Según la OIC la mayor demanda por la bebida se observó en la Unión Europea donde se consumieron 44,59 millones de sacos, un 26,9 % del total del consumo global. En Colombia apenas sobrepasa 1,7 millones de sacos, nivel que se observa desde 2015. FOTO COLPRENSA

Se calcula que la producción mundial en el año cafetero, contabilizado entre octubre de 2018 y septiembre de 2019, fue 3,7 % más alta que la del periodo anterior, totalizando 168,86 millones de sacos de 60 kilos. No obstante, el consumo creció 2,1 %, ubicándose en 164,81 millones de sacos.

Así lo señaló el más reciente informe de la Organización Internacional del Café (OIC), en el que se destacó que la cosecha rebasó la demanda en 4,05 millones de sacos, situación que ocurrió por segundo año consecutivo y que se constituyó en uno de los principales factores que influyeron en los bajos precios del grano en los mercados internacionales.

La producción aumentó en todas las regiones excepto en México y América Central, donde descendió un 0,8 % y fue de 21,47 millones de sacos. “Casi la mitad del café de todo el mundo se produjo en Sudamérica, donde se calcula que la producción fue un 4,8 % más alta, de 80,95 millones de sacos”, se lee en el texto de la OIC (ver gráfico).

En ese contexto, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, mencionó que durante cinco años seguidos la cosecha colombiana se ha mantenido en el nivel de los 14 millones de sacos, y enfatizó en que el sector está proyectado para seguir produciendo ese volumen a 2022.

Para el año cafetero 2018-2019 la cosecha nacional fue de 13,86 millones de sacos, mayor en solo 0,36 % a la del mismo periodo 2017-2018.

Durante el congreso anual de la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport), realizado en Cartagena, el dirigente sostuvo que la productividad de los cultivos en Colombia dio un salto y es hoy de 20 sacos por hectárea, cuando en 2011 eran apenas 13.

Consumo y precios

Según la OIC la mayor demanda por la bebida se observó en la Unión Europea donde se consumieron 44,59 millones de sacos, un 26,9 % del total del consumo global, seguida de Estados Unidos con 26,56 millones de sacos y Brasil con 22,25 millones.

En Colombia apenas sobrepasa 1,7 millones de sacos, nivel que se observa desde 2015.

En este entorno, el precio indicativo de la OIC cayó a 97,74 centavos de dólar por libra en septiembre, y el promedio fue de un dólar en el año cafetero 2018-2019.

Juan Antonio Rivas, presidente de la junta directiva de Asoexport, comentó que este año ha sido uno de paradojas. “Hemos visto precios en el mercado de Nueva York de alrededor de un dólar por libra, un nivel que no remunera adecuadamente el esfuerzo de los productores, y especialmente los que producen cafés suaves lavados. A estos niveles, millones de productores no logran cubrir sus costos de producción o tener una rentabilidad que les permita seguir en la actividad, y por lo tanto son cada vez más pobres y vulnerables” (ver ¿Qué sigue?).

Pero, el dirigente alertó de que hay países productores que no solo han logrado sobrevivir las épocas de precios bajos, sino que han aumentado su participación de mercado.

“Es el caso de los dos mayores productores, Brasil y Vietnam, que por una combinación de altas productividades y/o tasa de cambio devaluada, siguen teniendo el incentivo para aumentar su producción”, explicó.

El problema es que estos dos países son responsables por alrededor del 80 % del aumento en la producción mundial de café durante los últimos 20 años, y hoy representan cerca del 50 % de la producción global. El hecho que Brasil y Vietnam logren mantener y aún aumentar sus producciones en las condiciones actuales crea riesgos importantes para el sector, pues un choque de oferta por un evento climático, por ejemplo, resultaría en un aumento significativo en las cotizaciones y en gran volatilidad, que a su vez podrían afectar la demanda mundial.

“Una industria dominada por solo dos productores no le conviene a nadie, y por lo tanto es importante buscar fórmulas para apoyar otros orígenes y mantener la diversidad en la oferta mundial” concluyó Rivas .

*Por invitación de Asoexport/El Colombiano

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